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Han pasado dos dias del emblemático 10 de mayo en México. En este país surrealista, como diría Dalí, aprendemos que hay un día especial en todo el año donde toda actividad se detiene, los almacenes y restaurantes se saturan, el tráfico es terrible, las rosas se agotan, los mariachis hacen su agosto, y los anuncios de rebajas en electrodomésticos y perfumes se suceden incansablemente en cualquier medio de comunicación. Ese día, es el 10 de mayo.

Y como cada año, empiezo el día con zozobra… después de algunos años en los que inmersa en lecturas de género y feminismo(s), despierto poco a poco a una perspectiva en donde las capas de amor a veces se marchitan como los pétalos de las rosas asoleadas que esperan a llegar a una casa en donde las pongan en un florero con agua fresca. No quiero decir que el 10 de mayo no sea un día de amor, cómo lo puede ser cualquier otro si aprendemos a mirar el amor en los pequeños detalles cotidianos. ¿Por qué el amor y el cuidado sólo un día?

De pronto me topo con un libro con una historia gráfica del feminismo en donde se narra cómo el 10 de mayo fue creado para apagar un movimiento feminista que luchaba por el reconocimiento del valor de la mujer en 1916 (¿tendrá que ver el espíritu revolucionario liberal en nuestro país de aquella de época?). De esta novela gráfica salto de manera digital a otro libro cuya tesis defiende que todos debiéramos ser feministas escrito por Chimamanda Ngozi Adichie, escritora y novelista nigeriana. En su libro, Chimanda Ngozi nos recuerda cómo normalizamos los discursos de género y cuestiona si podemos pensar distinto cuándo nos referimos a las mujeres y los hombres. Me descubro en sus memorias y sus palabras. También crecí en la cocina de mi casa aprendiendo a hacer arroz mientras mi hermano veía la tele; o los permisos denegados para salir a algún lugar solo pri que yo era mujer y que no eran lugares para una señorita. Me descubro y me asombro de seguir estando ahí, todavía en ese rol de género, aún en algunas ocasiones ahora.

Me descubro pensando en ese grupo de amigas y amigos del que me salí un día que ya no pude mas con las imágenes de contenido sexual que uno de ellos enviaba escudado en una falsa libertad sexual. Sentí que tenía que decir basta a ese poder, ese dominio, ese quedarme callada. Me costo el silencio y el exilio de algunas amigas… y que me llamaran feminista.

Hoy pienso en ellas, en sus hijas e hijos, en sus parejas, en sus madres, en mi madre, mi padre y mis hermanos. En Dante y lo diferente de nuestra relación. Sí, soy feminista tratando de encontrar y encontrarme formas de amor y cuidados más allá de la opresión, el dominio, el silencio, el género. Por un mundo donde podamos ser felices siendo quienes seamos.

Lidiando con fantasmas

Hoy no es un día sencillo. Aún estoy molesta, por lo que se dice y se calla, por los discursos vanos que se nutren de los sueños rotos. No es de ahora, es de siempre… es tan solo la primera vez que me lo dicen tan directo t al mismo tiempo tan velado. No es la edad, sin los prejuicios de género. Ni hablar. Aún me pesa el enojo dentro.

P.B.

Miradas y silencios

Despierto, entre cansancio u desasosiego… lloro… la incertidumbre permanece en voz y mi garganta… siento el silencio en mis pensamientos… Carlos Fuentes dijo alguna vez que somos una pequeña convención de demonios… los míos siguen presentes, aquí. Hoy vinieron a desayunar conmigo.

Un mensaje resuena en mi teléfono… un abrazo a la distancia… aún no hay certeza y vuelvo a llorar…

Llegan palabras que no esperaba, y también silencios que se quedan ahí, en el tintero. Algo duele, dentro… pero se que no quiero mirar para que no duela más.

Recurro al antídoto de siempre; ejercito a mis demonios y mis temores… aún hay silencio… demasiado silencio.

Llueve fuera, llueve desasosiego, en la lluvia… pienso…

P.B.

De fotos y retratos

No me conoces… y eso no importa, desde hace un rato te sigo… porque tu trabajo y tesón me impulsan a ser una mejor versión de mí; porque de alguna forma extraña siento que eres como una amigo lejano que sin saberlo llama mi atención en detalles de la vida que no debo dejar de mirar, sea desde la simpleza de un atardecer, la importancia de cuidar del medio ambiente, el amor a los animales, las nubes y el mar; un espíritu libre, creativo y fresco; la disciplina del trabajo constante y la búsqueda del silencio para poder crear… Hoy lloré contigo a la distancia, y prendí una vela para que iluminara en su camina a una de tus estrellas más preciadas, que se llene de brillo y ustedes se cobijen y se conforten también en ese brillo. En realidad, en la distancia… no hay palabras suficientes… de verdad lo siento… va un abrazo con cariño y admiración… @LuisGerardoM

Soltar

…eso que te cuesta entre el enojo y el orgullo hacer… cuando decides no hacer nada y batear en strike a sabiendas que podías hacer un hit o quizás incluso sacar la pelota del campo…

P.B.

Recostada en la luna

Una luna que me sonríe y acaricia mis cabellos al viento… mientras en silencio lloro por las personas que no conozco y siento cercanas en el aislamiento… es un tiempo inusual, incierto, un parteaguas a las formas en las que creemos que el mundo se ha ordenado. En silencio veo a mi familia caminar libres por el tejado, tomar fotos, jugar con el agua de una fuente. Soy afortunada. Hoy es así. Lo reconozco y lo agradezco en el silencio.

Mi familia de 2 y 1/4 … hoy dormiremos tranquilos en el departamento. Jugaremos como sobremesa, beberemos café y veremos alguna serie en la pantalla recién instalada en la esquina del cuarto. Hay concesiones que se tienen que hacer para no sentirse encerrados en los miedos de uno mismo u del otro; en el temor compartido de la fragilidad y lo incierto.

Acá aún no hay aplausos, no hay zozobra, y la angustia sigue velada entre lo que se hace y se deja de hacer en una distancia que se desvanece entre muecas y miradas sombrías. ¿Será que exageramos? ¿Será que nuestro miedo se ha desdibujado en las sombras de rocio que no vemos?

Cae la noche y la sonrisa de la luna se intensifica junto al brillo de Venus. Por hoy estamos en paz. Tiempo para agradecer que en familia seguimos siendo dos y nuestro cuartito.

Un primero

Enero, 1. Me descubro leyendo lo que te escribí, o de ti o de nosotras durante el año pasado y tú… sin saberlo, ¿sin quererlo? Si te encuentro sé que aún no estamos en paz… el silencio deja huecos que duelen aún en el exilio. Supongo que se irán llenando en el tiempo… supongo que en el tiempo se irán.

Te quiero, ni modo, ya que más da.

P.B.

Estela de luz

Dicen que es lo que realmente se ve de un cometa, la huella que deja al pasar para que podamos divisarlo, reconocerle, extrañarlo.

Hoy te he extrañado, cometa, te reirías de mi y de mi peripecia de los exámenes extraviados, de las mil y un horas dedicadas a proyectos y avatares que no parecen tener fin, de lo poco que he escrito, de mi infortunio en las redes sociales…horas de terminar diciendo que seamos serios, arreglarte la corbata y esbozar una media sonrisa.

Cometa, hay días que se te extraña más que otros… hoy fue así… ni qué decir…

P.B.

La sonrisa se diluye

Hay días en que me descubro en un pensamiento sobre ti. Tengo conversaciones imaginarias, diálogos, creo yo profundos, sobre el significado de la amistad, la tristeza, la aventura y una que otra película de cine. Al final, como un susurro, recuerdo que desde hace meses esas conversaciones suceden sólo en mi cabeza.

¿Qué sé de ti? Sólo me sabe el exilio impuesto y aceptado… lo que es de tu vida lo sé por las fotos y los textos de redes sociales. Debe ser un poco más difícil saber de mí dado que no soy afín a utilizar esos portales.

Entonces me pregunto ¿querrás saber de mí? Sonrío desdibujadamente. Nuevamente mi respuesta es el silencio impuesto y aceptado. Exilio y silencio, formas tan humanas de perder amigos.

P.B.

Tiempos de lluvia

Al transitar mis pasos de vuelta me descubrí pensando en los meses que vendrán…creo que se vienen tiempos de demasiado ruido pero de un caminar en solitario… tiempos de desasosiego

P.B.