Despierto, entre cansancio u desasosiego… lloro… la incertidumbre permanece en voz y mi garganta… siento el silencio en mis pensamientos… Carlos Fuentes dijo alguna vez que somos una pequeña convención de demonios… los míos siguen presentes, aquí. Hoy vinieron a desayunar conmigo.
Un mensaje resuena en mi teléfono… un abrazo a la distancia… aún no hay certeza y vuelvo a llorar…
Llegan palabras que no esperaba, y también silencios que se quedan ahí, en el tintero. Algo duele, dentro… pero se que no quiero mirar para que no duela más.
Recurro al antídoto de siempre; ejercito a mis demonios y mis temores… aún hay silencio… demasiado silencio.
Llueve fuera, llueve desasosiego, en la lluvia… pienso…
P.B.